
La sordera unilateral
Aunque parezca que no tenga tanta importancia, ¿sabes qué pasa cuando perdemos completamente uno de nuestros oídos? Pues que al tener dificultad para entender las conversaciones en grupo, la interacción social queda mermada; y es peor aún cuando hay ruido en el ambiente. También se pierde la capacidad para determinar la procedencia de los sonidos debido al efecto sombra de la cabeza. ¿Te imaginas atravesar una calle mirando al lado opuesto de donde piensas que vienen los coches? ¿O que al comer en una mesa sólo oigas al que está al lado de tu oído bueno y para oír al del otro lado debas girar la cabeza ostensiblemente, con el ‘corte’ que supone…?
Como verás, una sordera unilateral tiene consecuencias psicosociales, ya que al no saber qué contestar en una conversación (al no entender bien), te sientes avergonzado/a y a menudo temes ofender a la gente por no escuchar lo que te está diciendo. Pierdes la confianza en ti mismo/a y te vas sintiendo excluido socialmente, pierdes el humor, el carácter te empeora, aumenta tu nerviosismo y vives con ansiedad.
Por qué se pierde un solo oído
En adultos no es muy frecuente que se pierda la audición por completo en uno de los dos oídos (oído cofótico) pero sucede. Y sucede por diversas causas: traumatismos (especialmente en accidentes de moto o bicicleta al no usar el caso adecuadamente), por enfermedades como el neurinoma del nervio acústico (8º par craneal) en el cual va creciendo lentamente un tumor hasta que se consume la pérdida completa de la audición del oído afectado. También hay otras causas, como los medicamentos ototóxicos, enfermedades de origen inmunitario, infecciones, y otras de origen desconocido.
La solución
Actualmente con la aparición de los sistemas de transmisión de sonido y datos sin cables (wireless) la solución eficaz para estos problemas ya es un hecho. Aunque haya poquísimos Centros Auditivos que se dediquen a ello (deben estar muy especializados), sí que se logra ya una avanzada corrección y comprensión de las conversaciones. Ya no hay lados oscuros.
Los nuevos sistemas que conjugan la computación (con algoritmos que analizan el entorno sonoro), el wireless, y, más aún, la comunicación con otros medios (teléfonos, TV, ordenadores, micrófonos), hacen que estos audífonos/transmisores que se llevan muy disimuladamente detrás o dentro del oído, resulten, para la mayoría de los afectados, más eficaces que los implantes osteointegrados. Con estos últimos es necesaria la cirugía para trepanar el cráneo e incrustar en él un vibrador para estimular la audición.
Los resultados suelen ser buenos al principio, aunque variables o dudosos con el tiempo, ya que hay que tener en cuenta que este tipo de sordera tan específica está sujeta a variaciones temporales de audición, y muchas veces también sucede que el oído ‘bueno’ no es tan bueno y debe corregirse al mismo tiempo. Los nuevos audífonos/transmisores especiales, tienen sofisticados programas que permiten modificarlos según la evolución de la enfermedad.
Joan Bertran Audiólogo protésico de AUDIOPLUS
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